Es indudable que Pink Floyd son una de las bandas más legendarias que existen en el panorama musical mundial. Y en un fenómeno que se va repitiendo con grupos legendarios, hay unos grupos que se dedican a tocar sus canciones, con un nivel altísimo y en algunos casos, como es el que me ocupa, auspiciados por el mismo grupo original. Es el caso de The Australian Pink Floyd Show, que cuentan con el apoyo de David Gilmour.
Anoche tuve la oportunidad de verlos en Valencia, en el Festival Eclèctic en una actuación en que no faltaron los grandes temas de la legendaria banda: Shine on your crazy diamond (que supuso la anécdota del concierto, pues tras los primeros teclados y sintetizadores, el amplificador le jugó una mala pasada al guitarra y su sonido aparecía muy distorsionado, así que hubo que apagar toda la parafernalia de vídeo y luz y comenzar nuevamente desde cero), Time, Money (la podéis ver en un vídeo de poca calidad por el móvil utilizado, aunque el sonido no es malo), The Wall, Wish you were here, One of these days, Confortably numb (con la que cerraron el concierto antes del último bis que fue Run like hell).
En definitiva, una delicia de concierto, al poder escuchar los grandes temas de Pink Floyd con un sonido muy bueno, ya que estos australianos saben muy bien lo que se hacen y el nivel es muy alto (incluso en las chicas del coro, como pudimos apreciar en The great gig in the sky). Además, en un emplazamiento privilegiado en el que la brisa nos llegaba continuamente para calmar el sofocante calor estival. Poco más se puede pedir.
Naidesferpecto 